sábado, 1 de septiembre de 2007

La fuerza comunitaria


La fuerza comunitaria

A pesar de mi juventud, tengo casi 16 años de actividad política. Me inicié con el partido Bandera Roja, como dirigente estudiantil en la generación de los tempranos años 90, mientras estudiaba Relaciones Industriales en la Universidad de Carabobo.

Luego de graduarme, seguí muy activo en las filas de esta fracción, en la que articulábamos sindicatos, proyectos y fundaciones de interés social enfocados en la juventud, lo que me ha dado una vasta experiencia en el desarrollo de proyectos comunitarios. Lo que me motivó a meterme tan temprano en estas luchas, y que todavía es motor de mis acciones, fue el deseo de cambiar los vicios que por más de 40 años han llevado al país a retroceder desde el punto de vista económico y social, de los cuales se ha dicho que han ocurrido mejoras, pero estas no han sido significativas.

Así, llegué a la Asociación Civil "Casa Nuevo Pueblo", del Centro Social de Acción Popular (Cesap), del que actualmente soy jefe de Proyectos, en el que fundamentalmente tratamos de construir programas con las comunidades que permitan fortalecer su calidad de vida, para lo que articulamos esfuerzos entre varias organizaciones no gubernamentales que permitan que las iniciativas de la gente, y especialmente de la gente joven, se fortalezcan administrativa e institucionalmente.

Por otro lado, luego de una división en Bandera Roja, varios dirigentes nos agrupamos en Paso a la Nueva Democracia, un partido de oposición que no está con la oposición, por considerar que este liderazgo que adversa al Presidente no tiene las cualidades suficientes para enfrentar, de verdad, el escenario político de la Venezuela de hoy.

Desde la creación de la Coordinadora Democrática hemos considerado que el liderazgo que necesitamos es uno que esté desvinculado de las viejas prácticas políticas y se direccione al desarrollo del trabajo comunitario, protagonizado por líderes que estén en las propias comunidades que día a día sufren las necesidades que los gobernantes no han resuelto hasta ahora.

Considero que ese liderazgo que necesita el país asomó la cabeza cuando recientemente los universitarios, y los jóvenes en general, rompieron el silencio en defensa de la libertad de información. Es por esto que en "Casa Nuevo Pueblo" insistimos en que los programas comunitarios tienen que estar enfocados en esa juventud, para que salgan de la postración a la que muchos de nuestros muchachos han estado sometidos a través de las misiones, una propuesta gubernamental que no ataca de raíz el problema formativo que actualmente tiene el país. Estoy convencido de que este país saldrá del caos en el que se encuentra sumergido, pero será fundamentalmente con la gente de a pie, un grupo del que saldrán líderes sinceros, sin resentimientos sociales, que busquen la reconciliación y la participación de la gente a través de instancias como los consejos comunales, pero no los "rojos rojitos" ni los azules, sino los de la gente.

Fe de vida

Nació en Maracay (estado Aragua), el 24 de marzo de 1970.

Licenciado en Relaciones Industriales, egresado de la Universidad de Carabobo (UC) en noviembre de 1998.

Ha realizado labores docentes en la Facultad de Ingeniería de la UC y en el Instituto Universitario "Juan Pablo Pérez Alfonzo".

Se ha desempeñado en cargos relacionados con la administración de los recursos humanos.

Fue jefe del Departamento de Educación Laboral de Fetracarabobo, del año 2001 al 2003.

Ha sido parte de diferentes instituciones, como la Fundación Estudiantil "Alejandro Montoya" (Fundestam) y la Fundación de Investigación y Capacitación Agropecuaria y Social (Fincas).

Representante Estudiantil por la UC ante la Federación de Estudiantes Universitarios de Venezuela.

En 1994 fue secretario de Servicios Estudiantiles del Centro de Estudiantes de Relaciones Industriales de la UC.

Becado por la empresa farmacéutica Elmor, cursó el Programa de Formación de Líderes Emergentes, dictado por acuerdo entre el IESA y la Fundación Liderazgo y Visión

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